En diciembre del 2019, un grupo de usuarias y usuarios del proyecto: “Ejercicio de derechos al agua, alimentación y vivienda saludable con participación ciudadana en la gestión local de las provincias de Recuay y Carhuaz-Región Ancash”, que es financiado por Misereor, viajó a las ciudades de Ayacucho, Apurímac y Cusco para conocer e intercambiar experiencias sobre emprendimientos, crianza de cuyes y gestión del agua con otros participantes de los diferentes proyectos de estas regiones.

El equipo que participó en esta pasantía fue seleccionado por su compromiso y logro obtenido de acuerdo a los objetivos del proyecto. Las usuarias seleccionadas han logrado vivir con dignidad: cuentan con viviendas saludables; del mismo modo, los usuarios han realizado una buena gestión de agua para sus comunidades.

Durante su estadía en Ayacucho, las usuarias visitaron un proyecto de emprendimientos de crianza de cuyes, conducido en su mayoría por mujeres y que es financiado por Fondoempleo. Aprendieron cómo comercializan en grupo o crían individualmente en galpones grandes cantidades de cuy para abastecer semanalmente a recreos turísticos y mercados de la ciudad de Huanta. Con esta experiencia, ellas se preparan para desarrollar sus emprendimientos en una siguiente fase del proyecto Misereor, el cual busca que se independicen y logren autonomía económica con sus emprendimientos.

“Las mujeres han visto lo que es emprendimientos y todo lo que es la crianza de cuyes de familias campesinas. Una señora, nos contaba, que con el cuy ha educado a sus hijos (están con estudios universitarios). Es una señora muy humilde. Empezó con terrenos pequeños y para criar masivamente ha tenido que comprar terrenos de sus vecinos, donde ella misma produce sus pastos y todo”, comentó Tania Caro (Jefa del proyecto).

Jóvenes líderesPor otro lado, los jóvenes líderes más destacados del proyecto intercambiaron con otros jóvenes de Huamanga, quienes son universitarios o técnicos, orientados a las carreras de ciencias ambientales o agronómicas, y que han sido capacitados por el Instituto Bartolomé de Las Casas de su zona para que puedan sensibilizar o difundir a través de las redes sociales sobre el cuidado del agua con la experiencia denominada “La ruta del agua”.

La ingeniera Tania comenta: “Porque es fácil identificar, es fácil para los adultos, niños y jóvenes, que el agua llega a nuestros cañitos y no nos preguntemos ¿de dónde viene esa agua? Estos jóvenes han hecho un esfuerzo, esta ONG les ha hecho ir a las partes altas, a las montañas de donde vienen estas aguas y ver el trayecto, todo el recorrido que hace este líquido elemental para abastecer; y, a veces, como la gente no sabe de dónde viene, de tan lejos, no lo valora, no cuida, y desperdicia, tienen los inodoros malogrados. Esto se está trabajando muchos años ya atrás en Ayacucho, y es por eso que llevamos jóvenes de Áncash para que puedan intercambiar entre jóvenes”.

Los dirigentes de los comités de regantes o de usuarios de riego de Áncash presenciaron las experiencias sobre la siembra y cosecha de agua en Ayacucho, Apurímac y Cusco. En Chincheros (Cusco), se conoció la experiencia sobre el Pago por servicios eco sistémicos, ¿qué quiere decir? Por ejemplo, en Piuray, la empresa Evapasa del Cusco cobra un impuesto por servicios eco sistémicos a los usuarios de la ciudad, que se agrega a sus recibos de servicios de agua. Este monto se le otorga a la comunidad que abastece de agua a la ciudad del Cusco.  Se colecta, aproximadamente, al año un millón ochocientos soles. Este ha sido un nuevo tema para los comuneros de Áncash.

 

Al final de la pasantía, tanto el equipo técnico del proyecto como los usuarios y usuarias han hecho un compromiso: la experiencia que han aprendido la van a compartir y replicar (adaptándola) en sus localidades, con otros familiares, vecinos o usuarios que no han podido participar en esta oportunidad.

Las pasantías en los proyectos del Cedep es fundamental, puesto que el equipo técnico, los usuarios y usuarias del proyecto tienen la posibilidad de presenciar los posibles resultados de las actividades que realizarán en sus zonas.

Cuando vamos a intervenir, vamos a salir a nuevas zonas, llevamos a los dirigentes, a los líderes claves a ver esas experiencias y eso nos está facilitando ya en la nueva zona, que estos líderes están motivados porque ya conocen la siembra y cosecha y ya quieren ejecutarla. Incluso hemos tenido una salida a campo, el 9 de enero, donde ellos ya con lo que han visto, dicen: “acá va a ser nuestra cocha”. Ellos reconocen que, qué bueno ha sido ir a ver esas experiencias porque ya sabemos dónde podemos hacer la cocha, dónde podemos cercar los bofedales, eso es lo que nos está ayudando. Ya no es un aprendiz, sino como si fuera un técnico más que está contribuyendo para el desarrollo de su organización, en este caso, las comunidades o los comités de regantes.

Con la pasantía realizada y experiencias observadas, los usuarios y las usuarias de Áncash están listos para iniciar una siguiente fase de trabajo con el nuevo proyecto financiado por Misereor: “Más agua y mejor salud: siembra y cosecha de agua en los Andes y mejora de la salud en diez distritos de cuatro provincias de Ancash” que empezará en febrero del 2020. Las nuevas zonas de intervención serán Aija y Huaraz, mientras que Carhuaz y Recuay continúan del proyecto anterior.